Txantrea impulsa la primera red de calor con biomasa forestal de Navarra: un modelo pionero de descarbonización urbana
La instalación, promovida por Nasuvinsa y gestionada por ENGIE, ya cuenta con dos clientes públicos municipales, y tres comunidades de viviendas privadas que suman 2.500 viviendas.
En pleno corazón del barrio pamplonés de Txantrea opera ya la primera red de calor con biomasa forestal de Navarra, una infraestructura que representa un hito en la transición energética de la comunidad foral y un ejemplo tangible de economía circular aplicada al entorno urbano. Promovida por la sociedad pública Nasuvinsa y gestionada por la filial navarra de ENGIE, Districalor, esta infraestructura se ha consolidado como un referente en el ámbito estatal por su escala, su eficiencia y su enfoque sostenible.
La innovadora red de calor, diseñada para suministrar calefacción y agua caliente a un total de 4.500 viviendas y equipamientos públicos, ya ha comenzado su andadura con la conexión de 2.500 viviendas y tres centros municipales: el colegio García Galdeano, el polideportivo Ezcaba y las instalaciones de la Unión Deportiva Cultural Txantrea. Las comunidades vecinales de Calor Txantrea (800 viviendas), Orvina II (1.200) y Calor San José (500) han sido las primeras en integrarse en el sistema.
Con una inversión total de 13,8 millones de euros, el proyecto se está ejecutando en dos fases. La primera de ellas, ya plenamente operativa, ha supuesto la construcción de una planta de generación de 14,5 MW, un depósito acumulador de agua caliente y una red de distribución soterrada de 2,5 kilómetros. Esta red, compuesta por tuberías preaisladas, transporta agua caliente hasta los hogares y edificios públicos del barrio.
Esta innovadora planta de Districalor y ENGIE cuenta con una potencia contratada de 24,5 MW, que se ampliará hasta alcanzar los 39 MW en la segunda fase, prevista para 2028. Además, se ha habilitado un depósito exterior capaz de almacenar 1,8 millones de litros de agua caliente a 95ºC, garantizando así el suministro térmico en momentos de alta demanda.
La incorporación de nuevos usuarios sigue en marcha, incluyendo centros dependientes del Gobierno de Navarra como los complejos de Valle de Roncal y San Francisco Javier, así como el colegio público Bernat Etxepare y la Escuela Infantil Izartegi, ambos gestionados por el Ayuntamiento de Pamplona.
Biomasa local con certificación sostenible
Uno de los pilares fundamentales del proyecto es el uso exclusivo de biomasa forestal certificada, un compromiso con la sostenibilidad que se traduce en múltiples beneficios ambientales. En concreto, la astilla de madera utilizada como combustible procede de masas forestales gestionadas de forma sostenible en Navarra o en zonas situadas a menos de 150 kilómetros de la planta, lo que permite no solo garantizar la trazabilidad del recurso, sino también contribuir a reducir de forma significativa la huella de carbono asociada al transporte de la materia prima. Para asegurar un suministro constante y eficiente, la central cuenta con tres fosos de almacenamiento con capacidad para albergar hasta 1.000 metros cúbicos de astilla, que alimenta directamente las calderas.
Gracias a esta innovadora gestión responsable, se logra evitar la emisión de aproximadamente 4.000 toneladas de CO₂ al año, una cifra que se duplicará con la futura incorporación de una segunda caldera en la siguiente fase del proyecto.
Un modelo de colaboración público-privada con financiación europea
La red de calor de Txantrea es fruto de una colaboración ejemplar entre el sector público y el privado. Nasuvinsa ha financiado el 65% de la inversión inicial (6,9 millones de euros), respaldada por una subvención del 50% procedente del programa FEDER Navarra. Por su parte, ENGIE ha destinado 3,8 millones de euros a la construcción, gestión y explotación de la infraestructura, que operará durante un periodo de 36 años.
Este proyecto se enmarca en el plan piloto Efidistrict Txantrea, impulsado para la regeneración urbana y la mejora energética del barrio, que ya ha intervenido en más de 2.200 viviendas desde su lanzamiento. Además, ha recibido el apoyo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a través del programa ELENA-PRIMAVERA.
Referente para una ciudad sostenible
En un contexto de urgencia climática y creciente preocupación por la volatilidad del mercado energético, esta red de calor representa mucho más que una solución tecnológica: es una apuesta decidida por un modelo urbano más descentralizado y resiliente. Por ello, la central de Txantrea se convierte así en laboratorio vivo de sostenibilidad y en inspiración para otros municipios que buscan avanzar hacia la neutralidad climática.
Con esta iniciativa, Navarra, de la mano de ENGIE como colaborador industrial, consolida su liderazgo en el ámbito de las energías renovables, apostando por un sistema energético más autosuficiente, eficiente y arraigado en el uso responsable de los recursos locales. Txantrea, barrio de profunda tradición obrera y marcada identidad colectiva, añade así un nuevo capítulo a su historia: el de convertirse en emblema de innovación y sostenibilidad en la transición energética.