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Mantenimiento de plantas fotovoltaicas de autoconsumo: claves para maximizar su rendimiento y durabilidad

Mantenimiento de plantas fotovoltaicas de autoconsumo: claves para maximizar su rendimiento y durabilidad

El mantenimiento de plantas fotovoltaicas de autoconsumo abarca un conjunto de operaciones que tienen como objetivo preservar su estado de conservación y garantizar un óptimo rendimiento en la producción de energía.  

La importancia del mantenimiento

Se podría pensar que una planta fotovoltaica de autoconsumo es simplemente una instalación eléctrica que forma parte de la red interna de una empresa, por lo que el mantenimiento eléctrico requerido sería similar al del resto de las instalaciones de la empresa. Sin embargo, esto solo es cierto hasta cierto punto, especialmente en lo que respecta a la parte de corriente alterna (AC).

La planta fotovoltaica tiene particularidades propias de la tecnología solar, debido a la presencia de equipos onduladores con una complejidad electrónica significativa, circuitos de corriente continua (CC) con voltajes elevados y paneles fotovoltaicos que generan electricidad en CC con un comportamiento eléctrico variable, dependiendo de la irradiación solar y las condiciones de instalación. 

Además, requieren trabajos específicos, como la limpieza de paneles y el desbroce en parques de terreno, y existen riesgos asociados a la ubicación de los paneles, como caídas en altura en cubiertas o riesgos relacionados con la fauna que habita en campos solares.  

Por tanto, el Mantenimiento de plantas fotovoltaicas debe ser realizado por personal especializado y con experiencia, preferiblemente por las mismas empresas que hacen la instalación fotovoltaica, ya que cuentan con conocimientos técnicos del producto, incluyendo inversores y paneles, así como una adecuada formación para realizar los trabajos de manera segura. 

Tipos de mantenimiento de plantas fotovoltaicas

Las tareas de mantenimiento deben de ser realizadas por personal especializado y pueden categorizar las tareas de la siguiente forma:

Mantenimiento preventivo: incluye todas las tareas periódicas que se pueden planificar. El tipo de tareas y su periodicidad dependen del nivel de asistencia requerido para la planta. Estas operaciones incluyen: 

  • Revisión eléctrica: inspección visual del cableado de corriente continua y corriente alterna, bandejas, conexiones, reapriete de conexiones en cuadros eléctricos, termografía de cuadros, entre otros. 
  • Revisión mecánica: inspección visual de paneles solares, estructuras, inversores, reapriete aleatorio de tornillería, revisión del estado de protección contra la corrosión, etc. 
  • Mantenimiento de inversores según protocolos del fabricante.  
  • Revisión termográfica de los paneles para detectar posibles defectos. 
  • Limpieza de paneles solares. 
  • Desbroce en plantas ubicadas en terrenos. 

Mantenimiento correctivo: son todas las tareas u operaciones que se realizan para reparar desperfectos o averías de los diferentes elementos que componen la instalación. Estas tareas no pueden ser planificadas y dependen del nivel de asistencia seleccionado para la planta. Para minimizar la reducción de la producción de energía, es recomendable contar con un stock de materiales para realizar las acciones correctivas de manera ágil. 

Mantenimientos adicionales: dependiendo del tipo de planta, hay otros aspectos a tener en cuenta que no son parte directa de una instalación fotovoltaica propiamente dicha. Algunos ejemplos: 

  • Mantenimiento de sistemas de alarma.  
  • Mantenimiento de elementos de protección contra incendios.  
  • Mantenimiento del sistema de comunicación.  
  • Control de plagas.  

Factores a tener en cuenta en un plan de mantenimiento de plantas fotovoltaicas

El plan de mantenimiento de una planta fotovoltaica describe las acciones a realizar con el objetivo de mantener su buen funcionamiento y maximizar su rentabilidad. 

La determinación de un plan de mantenimiento específico depende de varios factores que influyen en los costos de estas tareas y tienen un impacto directo en la rentabilidad de la instalación. Estos factores incluyen: 

Tipología de planta: El tipo de planta fotovoltaica determina las tareas necesarias para su mantenimiento. Algunos aspectos a considerar son: 

  • Tipo de planta: ya sea instalada sobre cubierta o en terreno. 
  • Tipo de inversor: si se utiliza un inversor string o central.
  • Tipo de conexión: si la planta está conectada a baja tensión (BT) o a alta tensión (AT). 

Dimensión de la planta: En general, en las plantas más pequeñas, el impacto de los costos de mantenimiento en el retorno de la inversión es mayor debido a la falta de economías de escala. Por lo tanto, en estas plantas, se suelen realizar únicamente las tareas esenciales, mientras que, en las más grandes, se puede llevar a cabo un mantenimiento más completo. 

Por ejemplo, el costo de un mantenimiento típico para una planta de 10 kWp puede superar los ahorros generados por el autoconsumo si se aplica un plan de mantenimiento diseñado para una planta de 2 MWp, que incluye tareas preventivas, correctivas con materiales, vigilancia diaria con monitorización, guardias de fin de semana y dos limpiezas anuales. 

Tipología de contrato: El tipo de contrato establecido con el cliente y los niveles de garantía que se acuerden tienen un impacto significativo en el coste del mantenimiento. Existen dos tipos de contrato: Engineering, Procurement, and Construction (EPC) y Power Purchase Agreement (PPA), cuyo coste de mantenimiento es generalmente más alto. Esto se debe a que en la modalidad PPA se realizan más tareas de mantenimiento y con una periodicidad menor con el objetivo de tener un mayor control de los diferentes aspectos que puedan afectar a la producción. 

Otros aspectos que afectan al precio final del mantenimiento de plantas fotovoltaicas pueden ser los siguientes: 

  • Ubicación de la planta: si la planta se encuentra lejos de ciudades donde se encuentren empresas mantenedoras o proveedoras de materiales, puede resultar en sobrecostes que se aplican al precio del mantenimiento. 
  • Disponibilidad de agua en planta para limpiezas: en caso de que no haya agua disponible en la planta y sea necesario traerla mediante un camión cuba, conllevará un sobrecoste en el mantenimiento. 
  • Régimen de lluvias: si hay un alto volumen de lluvia, es probable que crezca hierba alrededor de la instalación, lo que requerirá desbroces frecuentes. Esto aumentará el precio del mantenimiento en función del número de desbroces necesarios o del volumen de hierba a cortar. 
  • Emisión de polvo u otros elementos que puedan ensuciar los paneles: puede darse por contaminación proveniente del cliente, emisión de polvo en los caminos o influencia de fincas cercanas a la planta fotovoltaica, esto repercutirá en el costo de la limpieza de los paneles.  
  • Leyes o normativas locales, como las relacionadas con la aplicación de herbicidas, pueden afectar al precio final del mantenimiento. 
  • Normativas propias del cliente debidas a su actividad.
  • Otros factores: además de los mencionados, existen otros factores que también pueden afectar al precio final del mantenimiento, dependiendo de las circunstancias particulares de cada planta fotovoltaica. 

Autor: Jordi Bondia, Project Manager Decentralized PV

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