ENGIE, avanzando en una transición energética justa
Existe un amplio consenso en torno a la idea de que la transición hacia una economía con cero emisiones netas de carbono implica una serie de desafíos significativos para su implementación perfecta, incluido el de garantizar que esta transición sea justa. La transición ecológica nos lleva por tanto a plantear preguntas fundamentales acerca de cómo abordar los desafíos sociales y humanos de un mundo descarbonizado.
Para ENGIE, la transición energética representa más que un simple desafío tecnológico; es un compromiso social y ambiental. Su propósito de “actuar para acelerar la transición hacia una economía neutral en carbono” refleja su conciencia de los desafíos climáticos y su aspiración de armonizar el desempeño económico con un impacto positivo en las personas y el planeta.
El concepto de ‘Transición Justa‘ se deriva de la creencia en que el cambio hacia una economía más baja en carbono y sostenible debe llevarse a cabo equitativamente para todas las partes que de una u otra forma se verán afectadas: trabajadores, consumidores, comunidades locales y proveedores. En línea con esta creencia, ENGIE se ha comprometido con una ambiciosa trayectoria de descarbonización y una transición justa. Esto se logra mediante el apoyo a los empleados, la contribución al desarrollo económico y social de las comunidades locales, ofertas para ayudar a los clientes a reducir su impacto ambiental y su papel en la promoción de la integración a través de la actividad económica. Los esfuerzos de la compañía convergen en el propósito de garantizar que la energía asequible y sostenible esté al alcance de todos.
Los objetivos de sostenibilidad de ENGIE
El Grupo ENGIE se ha marcado como meta alcanzar la neutralidad en carbono para 2045 en todas sus emisiones directas e indirectas, contribuyendo a mantener el aumento global de la temperatura durante este siglo por debajo de 2º C con respecto a los niveles preindustriales. Para cumplir con este ambicioso propósito, ENGIE reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la producción de energía en un 35% para el año 2030. Estos objetivos son abalados por la iniciativa Science Based Targets (SBTi), asegurando que el Grupo está en línea con los estándares de la limitación del aumento de temperatura planteados en los Acuerdos de París del pasado 2015.
No se trata de una meta ambigua, sino de un compromiso concreto respaldado por acciones que sitúan a la compañía en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Como parte de su estrategia, el Grupo se propone eliminar gradualmente el uso del carbón en Europa para 2025 y en el resto del mundo para 2027. En paralelo, la compañía está impulsando el crecimiento de las energías renovables, con la meta de sumar 4 GW al año de capacidad renovable durante el período 2022-2025 y 6 GW durante el período 2026-2030.
Los pilares fundamentales de una transición justa
El plan de ENGIE para lograr las cero emisiones netas de carbono se ha diseñado teniendo en cuenta la dimensión social, tanto para sus clientes como para el Grupo, sentando las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo.
En este marco, ENGIE presentó en 2022 su Política de Transición Justa, inspirada en el Acuerdo de París y en los planteamientos de la Organización Internacional del Trabajo. La compañía debatió abiertamente esta política en un comité específico, compuesto por representantes de diversos sectores de la sociedad, para garantizar un plan que maximice los beneficios de la transformación hacia modelos económicos sostenibles para todos y minimice los riesgos sociales de esta transición. El resultado ha sido una estrategia basada en un enfoque integral que tiene en cuenta a todos los actores para conseguir una transición energética asequible, confiable, sostenible y justa, y que aborde los desafíos que enfrenta la sociedad.
Por una parte, para los clientes, ENGIE considera esencial ofrecer información clara y transparente sobre la transición energética, los ahorros de energía y la eficiencia energética, así como implementar iniciativas de energía asequible para preservar el poder adquisitivo de los hogares y contribuir a mantener la competitividad de las empresas. De forma paralela, la lucha contra la pobreza energética también está en el centro del compromiso social del Grupo, brindando asistencia a sus clientes en situaciones de dificultades financieras.
Por otro lado, cabe destacar el papel que ENGIE España desempeña como actor implicado en el fomento de una sociedad informada y concienciada. Hace tres años, la compañía creó el Observatorio ENGIE en España con el objetivo de conocer la percepción ciudadana en materia de lucha contra el cambio climático y transición energética. En 2021, ENGIE promovió la primera encuesta sobre este tema realizada por una empresa en España, y desde entonces la ha repetido anualmente, de la mano de GAD3, sumando así tres años liderando la escucha social relacionada con estas materias.
Asimismo, ENGIE se compromete a desarrollar proyectos que se adapten a las necesidades de cada comunidad, generando impactos positivos que fortalezcan la resiliencia de las comunidades en las que está presente. La compañía busca la excelencia industrial y el dinamismo en la región, trabajando en estrecha colaboración con las autoridades, los municipios, los actores económicos locales y la sociedad civil. Un buen ejemplo de ello es la asociación con el Ayuntamiento de Pamplona a través de Districalor para suministrar calor usando biomasa forestal en el barrio pamplonés de la Txantrea. Se trata de un proyecto completamente adaptado a las necesidades locales, que emplea un material que proviene de la limpieza sostenible de los bosques y cuya obtención genera empleo local.
Además, la compañía demuestra su compromiso con la calidad de sus proyectos a través de la certificación SET (Sustainable Energy Transition), centrada en impulsar las energías renovables, preservar la naturaleza y combatir el cambio climático. En España ya se ha superado con éxito esta auditoría, reforzando el compromiso del Grupo con proyectos sostenibles de alta calidad.
Durante todo este proceso, ENGIE mantiene de forma activa un diálogo abierto y constructivo con sus empleados, permitiéndoles influir en decisiones estratégicas del Grupo. En 2022, ENGIE consolidó su compromiso con el respeto a las normas internacionales de trabajo y los derechos humanos al firmar un acuerdo con tres federaciones sindicales mundiales y cuatro organizaciones sindicales del Grupo. Con ello, la compañía garantiza un ambiente de trabajo que cumple con los más altos estándares en términos de derechos laborales y humanos, demostrando su determinación de forjar un futuro más equitativo para sus empleados y la sociedad.
La cadena de suministro en esta Política de Transición Justa también es crucial. Los proveedores deben cumplir con los estándares éticos y de Responsabilidad Social Corporativa establecidos por ENGIE, como el respeto al derecho al trabajo, los derechos humanos y la creación de entornos de trabajo seguros. Asimismo, el Grupo se asegura de que el criterio de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero esté claramente identificado y cuantificado en la selección de proveedores, apoyándoles en su propio camino hacia una economía más limpia y respetuosa con el medio ambiente.
En resumen, ENGIE está adoptando un enfoque integral para abordar la transición hacia una economía neutra en carbono. No se trata solo de llevar a cabo una transición en cuanto a las fuentes de energía que usamos, sino de garantizar que esta transición construya un futuro más sostenible y equitativo para todos. Y es que una transición justa no es solo una cuestión ética, sino que también es una cuestión estratégica para generar confianza, legitimidad y apoyo social para la acción climática, movilizando recursos, innovación y cooperación para el desarrollo sostenible.