El enfoque colaborativo de ENGIE para mitigar el cambio climático
El Día del Clima es una fecha clave para reflexionar sobre los retos y oportunidades que nos presenta la crisis climática. Según el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), los daños asociados al cambio climático han alcanzado, desde el año 2000, un valor de 36.000 millones de euros. Sin medidas concretas, se estima que el PIB mundial podría reducirse hasta un 22% acumulado para 2100. En este contexto, la colaboración se vuelve imprescindible para mitigar estos riesgos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética.
El camino hacia las energías renovables y la descarbonización de la economía representan una oportunidad para reducir la huella de carbono, además de impulsar el crecimiento económico, fomentar la innovación y crear nuevas oportunidades de empleo. Según el último Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030, se prevé una inversión de 308.000 millones de euros durante el período, con un impacto positivo en la economía que en términos de PIB supondría un aumento del 3,2% y en clave de empleo permitiría la creación de aproximadamente 560.000 nuevos puestos de trabajo. Este crecimiento impulsará una diversificación del empleo en sectores como la industria manufacturera, la construcción y las especializaciones del sector energético, incluyendo las energías renovables y la eficiencia energética. En este escenario, va a ser clave adaptar los empleos existentes a prácticas bajas en carbono y garantizar un enfoque inclusivo con perspectiva de género que permita atraer todo el talento disponible para atender las necesidades de este mercado.
ENGIE España ha centrado su estrategia en implementar proyectos innovadores, sostenibles y de descarbonización a lo largo de todo el país. La compañía impulsa la diversificación de tecnologías renovables y bajas en carbono mediante la instalación de parques solares y eólicos, así como a través de soluciones de eficiencia energética, autoconsumo, biomasa y energía termosolar, entre otras. Además, en colaboración con diversos ayuntamientos, ENGIE desarrolla redes locales de calor y frío para suministrar energía limpia a los hogares, contribuyendo así a reducir las emisiones urbanas y a mejorar la calidad del aire y el bienestar de la ciudadanía.
La percepción ciudadana sobre el cambio climático respalda estas iniciativas. Según las encuestas del Observatorio ENGIE en España: “Ciudadanos, Cambio Climático y Transición Energética”, un 70% de la ciudadanía considera que abordar el cambio climático debe ser una prioridad, y el 85% tiene una imagen positiva sobre las energías renovables, especialmente la energía solar fotovoltaica y eólica.
De acuerdo con el informe, el apoyo a medidas concretas aumenta cuando no implican un esfuerzo económico directo para para la ciudadanía, que identifica el coste y la falta de información como las principales barreras para adoptar hábitos más sostenibles. Los jóvenes son el grupo más receptivo, con un 75% respaldando iniciativas como el cambio de vehículo o la inversión en eficiencia energética para la vivienda, siempre que existan ayudas e incentivos adecuados.
En línea con esta visión, la mayoría de la población considera que la lucha contra el cambio climático requiere un esfuerzo conjunto de administraciones, empresas y sociedad civil. El despliegue de energías renovables es visto como la principal herramienta señalada por la población para descarbonizar nuestra economía. Sin embargo, tecnologías menos conocidas, como las bioenergías, todavía afrontan ciertos desafíos de percepción. Por ello, una comunicación efectiva y accesible sobre estas soluciones es clave para mejorar la aceptación social de las energías renovables.
Por otro lado, el contexto socioeconómico influye en gran medida en esta percepción ciudadana sobre el impacto de las renovables. Comprender las particularidades y el contexto de cada comunidad es fundamental para para mejorar su aceptación. A pesar de la relevancia de la descarbonización industrial, la ciudadanía continúa teniendo un conocimiento limitado sobre estas estrategias, en comparación con soluciones más visibles como las renovables o la movilidad sostenible. Aunque los españoles consideran a las empresas como actores clave en la lucha contra el cambio climático, persiste una falta de confianza en sus políticas climáticas. Para reforzarla, es fundamental mejorar la sensibilización y la comunicación con la ciudadanía. El apoyo a medidas sostenibles es mayor cuando no implican un esfuerzo económico directo, siendo el coste y la falta de información las principales barreras para su adopción.
En este sentido, los resultados de las encuestas del Observatorio ENGIE destacan la importancia de generar información relevante sobre la percepción ciudadana en materia de cambio climático, transición energética y descarbonización industrial. Su objetivo es fomentar un debate constructivo entre empresas, administraciones y sociedad civil, promoviendo un compromiso firme hacia una economía descarbonizada y competitiva.
Para avanzar con éxito en la lucha contra el cambio climático, es imprescindible garantizar una transición energética inclusiva, con políticas de incentivos adecuadas y estrategias de comunicación eficaces que permitan a la ciudadanía comprender el impacto y los beneficios de las soluciones sostenibles. Solo así podremos consolidar el consenso necesario para alcanzar la neutralidad de carbono de manera equitativa y sostenible.