ENGIE rescata más de 1.500 truchas y casi un millar de otras especies en el canal de la Central Hidroeléctrica de Sossís

• La iniciativa, que se realiza de forma anual, ha permitido rescatar este año a 1.567 truchas mediterráneas, una trucha arcoíris, ocho truchas atlánticas, 914 barbos colirrojos y tres cangrejos de río ibérico.
• Las especies rescatadas han sido liberadas en el río Noguera Pallaresa, ubicado en los Pirineos, garantizando de esta forma su superviviencia en un entorno adecuado.

ENGIE, líder mundial en energía y servicios bajos en carbono, ha rescatado 1.567 truchas y 917 cangrejos y barbos en el canal de Sossís, en la cuenca fluvial del río Noguera Pallaresa. La iniciativa se ha llevado a cabo junto a los Agentes Rurales y otros organismos, en una zona de la provincia de Lleida clasificada como reserva genética de truchas. De esta forma, ENGIE continúa reafirmando su compromiso con la biodiversidad y la preservación de los ecosistemas naturales en las comunidades y entornos en los que opera.  

El rescate se realiza tras el vaciado del canal de Sossís que tiene lugar periódicamente, en el marco del mantenimiento de la central hidroeléctrica – construida en 1914 y con 6 kilómetros de longitud. En concreto, durante esta intervención se han capturado 1.567 truchas mediterráneas, una trucha arcoíris, ocho truchas atlánticas, 914 barbos colirrojos y tres cangrejos de río ibérico. 

El proceso ha tenido una duración de tres días y se ha realizado por parte de un equipo de técnicos especialistas y personal de ENGIE; asimismo, en la iniciativa, que cuenta con el apoyo de asociaciones y vecinos de la zona, también han colaborado en el rescate los Agentes Rurales del Servicio Forestal Catalán. Las truchas rescatadas han sido liberadas en ríos cercanos que forman parte de la cuenca del Noguera Pallaresa, donde podrán continuar con su ciclo vital en un hábitat adecuado. El rescate de truchas y otras especiales en el entorno de la Central Hidroeléctrica de Sossís cuenta con más de dos décadas de trayectoria y es el más relevante de los que se realiza en el Pirineo catalán por la cantidad y pureza genética de las truchas que habitan en ese ecosistema.