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Un actor decisivo para el futuro energético de Europa

Un actor decisivo para el futuro energético de Europa

El Grupo ENGIE se ha fijado como objetivo lograr la neutralidad de emisiones en la UE en 2045. Le respalda otro objetivo global: asentar en todo el planeta, en 2030, una capacidad instalada de fuentes de energía renovable de casi 80 GW

La transición energética se presenta como un desafío sin precedentes en Europa en cuanto a magnitud e impacto. Hace ya ocho años que Naciones Unidas hizo un llamamiento universal, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para garantizar en 2030 un punto de inflexión hacia la neutralidad de emisiones. Aunque los 17 objetivos están interrelacionados, el número 7 (“Energía asequible y no contaminante”) constituye un desafío sin precedentes en el Viejo Continente.

A la creciente urgencia climática y ecológica se ha unido la crisis geopolítica en varios puntos del mundo, lo que aumenta la complejidad en términos de seguridad de suministro, soberanía energética en el continente y fiabilidad del sistema energético. La Unión Europea (UE), aseguran los expertos, necesita de manera urgente una mayor autonomía e independencia energética.

ENGIE dibujó en junio su escenario de descarbonización para Europa en 2050, en el que se integran 15 países europeos: Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Eslovaquia, Suiza y Reino Unido. Pretende activar todas las palancas de descarbonización existentes con tecnologías suficientemente maduras; y así, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y erradicar las de dióxido de carbono (CO₂) será una realidad en menos de 30 años.

Recorte de las emisiones

Aunque en los últimos años las emisiones de carbono en esos 15 países se han reducido a un ritmo del 1% al año, es esencial lograr una reducción del 4% anual para cumplir con los objetivos establecidos por la UE para 2030: los conocidos como ‘Fit for 55’ (reducción de al menos el 55% para ese año).

Esta aceleración será posible gracias a una mayor penetración de las renovables, al avance de la electrificación, a la adopción de gases descarbonizados como el biometano y el hidrógeno verde, y a mejoras en la eficiencia energética. El éxito de la transición, piensan en la compañía, significa alcanzar un nivel neto de cero emisiones de carbono y, al mismo tiempo, garantizar que el coste para los ciudadanos y las empresas se mantenga controlado, desarrollando un sistema energético sólido y fiable.

Para llegar a ese Net Zero, el marco estratégico que plantea el Grupo ENGIE hasta 2050 se basa en la necesidad de aprovechar todas las tecnologías –actuales y venideras– y fuentes renovables, tanto de gas como de electricidad, para garantizar la resiliencia del sistema energético y la competitividad de las economías europeas. Esta estrategia parte de tres criterios clave: la alineación con la ambición climática de Europa, la optimización de los costes y la garantía de la seguridad del sistema energético.

La consolidación de las energías renovables, especialmente la eólica y solar, desempeñará un papel fundamental. Según las previsiones, las fuentes de energía renovable suministrarán el 78% de la demanda de energía para 2025 y un 90% para 2050. El Grupo tiene previsto invertir a nivel global entre 13.000 y 14.000 millones de euros en energía eólica terrestre y marina, así como en energía solar, para sumar 4 gigavatios (GW) anuales de capacidad adicional hasta 2025, y pretende alcanzar 6 GW anuales más de capacidad entre 2025 y 2030. ENGIE se ha propuesto alcanzar sus objetivos de 50 GW en 2025 y 80 GW en 2030.

En Europa y en ENGIE están de acuerdo: el uso de gases renovables se impondrá en el mercado, principalmente para su uso en el transporte y en ciertas industrias. Y la transición energética sólo se hará realidad si, además de los electrones verdes, también las moléculas verdes juegan su papel clave, más allá de la electrificación de las infraestructuras.

Consolidación en España

ENGIE, que cuenta con más de 1.600 empleados en España, sustenta su estrategia en el país en dos pilares: priorizar la producción de energía a través del desarrollo de fuentes renovables, y la concepción y ejecución de soluciones innovadoras para sus clientes que posibiliten la reducción de costes, la optimización del consumo energético y la disminución de las emisiones de CO₂.

En los últimos años, ENGIE ha alcanzado en España una sólida posición: es el sexto agente generador de energía, con una capacidad instalada de más de 3.600 megavatios (MW), incluyendo más de 1.600 MW de activos renovables ⎯eólicos, solares y minihidráulicos⎯, cogeneraciones y redes de calor y frío, y generación flexible y baja en carbono (ciclos combinados). Además, junto con sus clientes, ENGIE desarrolla y gestiona más de 250 MW de activos para la descarbonización que hacen realidad la transición energética (redes de calor y frio, plantas industriales de autoconsumo fotovoltaico o termosolar, calderas de biomasa y cogeneraciones).

La compañía trabaja también en la comercialización de energía y es agente de referencia en la estructuración y puesta en marcha de contratos de largo plazo de trading (compraventa de activos cotizados) y compraventa energía renovable (PPA), y también en la concepción, diseño, puesta en marcha y operación de soluciones industriales para ayudar a sus clientes a consumir menos y mejor energía. Este desempeño demuestra hasta qué punto la visión y estrategia de ENGIE en España contribuye a materializar el sólido compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono en Europa.